HIELO Y FUEGO PARA LLEGAR A MÍ.
El deseo concede
tiempo para el combate interior.
Aspirando hondamente
este jardín de fuego
que se eterniza,
grito todos los nombres
y el hielo en mi vientre
me devuelve a la sabiduría.
En la parte más caliente del asombro de mí,
de la otra, de la misma que soy.
0 comentarios:
Publicar un comentario